Durante el 2021 la cadena agroindustrial se mostró muy generosa y amplia en lo que respecta a la demanda de profesionales y técnicos tanto en la cantidad de oportunidades como en la diversas de propuestas y perfiles solicitados. 

Más allá de las particularidades propias de cada búsqueda laboral, en la mayor parte de los casos se valoraron atributos personales y actitudinales como amabilidad (“buena onda”), espíritu de colaboración, iniciativa para buscar alternativas creativas e “ir por más”, equilibrio y fortaleza emocional para hacer frente a contextos inciertos, capacidad de comunicación y aceptación y valoración de la diversidad tanto de perfiles como de opiniones y aportes.

Muchas posiciones requirieron radicarse en el interior profundo del país. Si bien la virtualidad y el “home office” han mitigado esa exigencia en algunos casos, surgieron varias oportunidades fuera de los grandes centros urbanos.

Además de las búsquedas tradicionales presentes en el sector, conformadas por los requerimientos de las empresas tanto agropecuarias como elaboradoras y comercializadoras de fitosanitarios, semillas, fertilizantes, en el último año se consolidó la apertura de nuevos oferentes y posibilidades. 

Las AgTechs fueron la “gran estrella” del mercado de búsquedas de posiciones laborales con requerimientos tanto de perfiles productivos y comerciales como informáticos. En estos casos, además de dominio de entornos virtuales, una fluida comunicación, paciencia y perseverancia fueron las competencias clave requeridas. 

También surgieron oportunidades en el área de asuntos regulatorios, un aspecto que es cada vez más relevante por las crecientes exigencias ambientales presentes en todos los órdenes de gobierno (municipal, provincial y nacional). En este caso, la incorporación de mujeres profesionales fue predominante.

Las empresas dedicadas a producir y comercializar bioinsumos representan una nueva fuente de oportunidades laborales para técnicos y profesionales del área de agronomía, mientras que lo mismo sucede, en el caso de veterinaria, con los emprendimientos dedicados a diseñar y vender caravanas y balanzas electrónicas para hacienda. 

Un párrafo aparte merece el sector semillero, que cerró un año 2021 muy activo gracias a la incorporación de nuevos eventos biotecnológicos –como es el caso de la tolerancia a glifosato, glufosinato de amonio y 2,4-D de ultra-baja volatilidad– y el ingreso al país de importantes empresas internacionales. Las búsquedas realizadas abarcaron todos los perfiles comprendidos en la cadena de valor semillera. 

El sector de la maquinaria agrícola terminó el 2021 con un nivel de producción y venta inédito y eso se reflejó también en la necesidad de incorporar capital humano, especialmente en las áreas de atención al cliente, venta y posventa, donde se presentaron muchas oportunidades para perfiles comerciales. También estuvieron muy activas las búsquedas técnicas y comerciales realizadas por laboratorios veterinarios.

Por último, un perfil también requerido por empresas agroindustriales y grandes compañías agropecuarias es el de técnicos en seguridad e higiene y gestión ambiental, especialización que seguramente seguirán registrando una demanda creciente.

Federico Lyford-Pike

Director de Capital Humano Agro